lunes, 5 de noviembre de 2018

Así empezamos la semana...

El comienzo de semana empieza con la presentación de nuestro nuevo profesor de juego, José Manuel.




Para él, las clases no deben ser siempre teóricas sino que también deben ser prácticas. Esto lo muestra con una clase de juegos cooperativos, es decir, juegos en los que no hay ni un ganador ni un perdedor sino que todos juntos cooperando conseguimos un objetivo común.
A parte, hay que recordar que lo fundamental es divertirse en estas actividades (y en todas) puesto que así tendremos más creatividad y paciencia para conseguir el objetivo final.
Aquí os mostramos algunas de la actividades que realizamos en dicha clase:

1. La cadena. 
La actividad consiste en que, por grupo de siete personas, todos unidos de la mano deben pasar de círculo en círculo, dos pies por círculo, siguiendo el recorrido marcado por estos sin separarse de la mano en ningún momento.




2. La pelota viajera.
Todos los alumnos/as deberán pasarse la pelota sin utilizar las manos. Desde el primer momento que está la pelota en el suelo, el alumnado debe ingeniársela para pasársela de uno a otro, sin que se caiga, hasta haberla recibido todos y cada unos de los participantes.





3. Puntería en el aro.
Se divide la clase en dos grupos. Cada grupo debe ponerse en un fila de aros separados paralelamente, anteriormente preparado; y, en medio de estos, habrá un aro donde deberá lanzarse la pelota. Empezará un alumno/a de uno de los grupos, primero deberá lanzar la pelota al aro del medio si esta entra sin tocar el aro, dicha jugadora o jugador se saldrá de su aro; pero, si esta/e falla deberá quedarse en su aro, pero, también, si el alumno/a falla cuando hay otros compañeros/as fuera del aro, estos/as también deberán entrar otra vez.





4. La cuerda transportadora.
Todo el alumnado deberá transportar la cuerda de una punta de la clase a otra sin estar sujeta con las manos. Solo se permitirá utilizar la manos para ponerse la cuerda en la cabeza pero, a partir de ahí, no se podrá volver a tocar otra vez. Todos los alumnos y alumnas deberán cooperar para ordenarse de la forma más idónea, que ellos/as piensen, para que la cuerda no se caiga de sus cabezas. Todo esto debe hacerse sin separarse de sus compañeros y compañeras.




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